Desde que era pequeña, en aquellos ya lejanos años 90, supe que quería ser mamá. En mi habitación no faltaban bebés, muñecos, cunitas y biberones. ¡Lo que le solía faltar a mi familia era espacio para guardar todo aquello! Siempre quise ser mamá, sí. Lo de ser psicóloga me llegó más tarde, ya como adulta. ¡Y aquí estoy!

¿Y cómo trabajo? Siempre desde un enfoque integrativo. O lo que es lo mismo: trabajar de esta forma me permite adaptar la terapia a cada persona según su historia, sus necesidades y su momento vital. Pero si algo define mi manera de acompañar es una mirada muy compasiva hacia la mujer y todo lo envuelve a la matrescencia.

Y no lo digo solo desde lo profesional. Porque años después de cambiar pañales de mentira en bebés que lloraban al apretar un botón, pasé a cambiarlos de verdad… ¡Y por partida doble! Ser madre fue una auténtica revolución para mí. Me removió por dentro, me hizo replantearme muchas cosas, y también me regaló herramientas emocionales que hasta entonces ni conocía. A partir de ahí, mi forma de entender y acompañar a otras mujeres cambió por completo: ahora lo hago desde un lugar mucho más empático y más real. Siempre bromeo con que antes de ser mamá era mejor madre que psicóloga, y que ahora, después de haber vivido en primera persona toda esta revolución, las tornas han cambiado.

Por suerte, la forma de entender y abordar la maternidad actualmente también es diferente que antaño. Se acabaron los cuentos de hadas, verlo todo de color de rosa y sólo hablar de lo mucho que nos aporta. Sé que la maternidad puede ser maravillosa, sí, pero no nos engañemos, también muy ambivalente en otros muchos momentos. A veces nos sentimos desbordadas, culpables, tristes o simplemente perdidas… y eso no se dice tanto. De ahí la necesidad de este espacio para ofrecerte un lugar seguro donde puedas hablar, sentirte escuchada y acompañada. Sin juicios ni etiquetas.

Acompaño a mujeres (y también a parejas y familias) en distintos momentos del proceso perinatal, porque para mí, nos convertimos en mamás cuando deseamos serlo. Es por eso que en sesión suelo tratar temas como: búsqueda de embarazo, embarazo, posparto, pérdidas, duelos, ansiedad, cambios de identidad, y un largo etcétera. Cada caso es distinto y lo trabajamos, juntas, desde donde mejor se puede abordar: la consulta. Trabajo de forma online, para que podamos vernos estés donde estés y para facilitar encontrar huecos en esas agendas apretadisimas de las nuevas mamás – y de sus bebés!-.

Estoy aquí para ti. De mamá a mamá.